El origen del actual templo es de tiempos de la conquista cristiana, por parte del Rey Fernando III «El Santo». Este ordena la construcción de una ermita en el lugar que hoy ocupa la iglesia. Esta se levanta con el fin de servir de culto a la imagen mariana, que con el tiempo sería patrona de la ciudad de Sevilla, la Virgen de los Reyes.
La primitiva ermita fue transformada, después del repartimiento, por un grupo de comerciantes de lana genoveses que radicaban en esta zona. La cual era conocida como “Prado de las Albercas”, por la gran cantidad de agua con que contaba. Estos comerciantes genoveses tenían como patrón a San Sebastián.
La actual parroquia es del siglo XV, y fue construida de nueva planta sobre la anterior ermita. Esta nueva iglesia, situada en la Calle San Salvador del Barrio del Porvenir, se levantaba en consonancia con la arquitectura religiosa de la época bajo medieval en Sevilla.
Consta de tres naves separadas por pilares con arcos apuntados. La portada de la fachada principal, está realizada en ladrillo agramilado. Representa la arquitectura gótica elaborada con materiales autóctonos.
Muy destacable es el artesonado que cubre la nave central. Es un gran trabajo de «carpintería de lo blanco», con tirantes transversales muy ornamentados, decoración de lacería, y piña mocárabe central.
Desde el siglo XVI, tenía la función de actuar como capilla del Cementerio de San Sebastián, ubicado junto a la iglesia. Dicho campo santo, estuvo funcionando hasta 1852, fecha en la que se cerró. Este cementerio sirvió de enterramiento para canónigos y personajes ilustres del Cabildo Catedral de Sevilla, así como cementerio de pobres. También se utilizó de urgencia en ocasiones de grandes mortandades (epidemias), llegando a extenderse sobre una gran parte del terreno colindante a la iglesia. Los jardines actuales junto a la parroquia, recuerdan otros tiempos.
Uno de los elementos más interesantes con que cuenta la parroquia, es la puerta principal. Está compuesta por dos sencillos baquetones de sección semicircular situados en los extremos, entre los que se desarrolla un arco apuntado de forma muy simple, que cuenta con una sencilla moldura que lo remarca en su rosca cercana al vano, y otra exterior que se describe paralela a ésta.
Como único elemento decorativo, esta puerta tiene en su parte superior un relieve en el que aparece la Giralda entre jarras de azucenas, escudo que alude a la estrecha relación con el Cabildo de la Catedral, mantenida por esta ermita desde su creación. Aunque la ejecución de este emblema es posterior a la fecha en la que se realiza la portada. Los tres óculos, el superior y los dos laterales, son los únicos vanos abiertos en la fachada principal. No presentan decoración alguna, sólo el perfil del vano horadado en la fábrica. Esta fachada cuenta además con una sencilla espadaña colocada en su lado izquierdo, junto a la actual casa parroquial, que presenta un sólo cuerpo con arco entre pilastras coronado por frontón, circular decorado en la parte superior con remates cerámicas y una veleta.
La fachada lateral cuenta con unos potentes contrafuertes de sección irregular, entre los que se ha abierto una portada, con arco de medio punto muy sencillo para permitir la entrada y salida de los pasos de la Hermandad de la Paz. Corporación del Domingo de Ramos, que tiene su sede canónica en la Parroquia de San Sebastián desde 1939.
En el interior destacamos varios elementos. Del retablo principal, la talla anónima de San Sebastián (ubicada en la parte central superior), de mitad del siglo XVIII. Justo debajo de este, se encuentra la Virgen del Prado o de la Pera, imagen atribuida a Jerónimo Hernández. A la izquierda del presbiterio, se ubica la capilla sacramental, que cobija las imágenes de Nuestro Padre Jesús de la Victoria (1940), y María Santísima de la Paz (1937). Obras ambas de Antonio Illanes Rodríguez, y titulares de la Hermandad de la Paz.
Fuentes bibliográficas:
-La Paz. El Porvenir. Historia y patrimonio (Vicente Flores).