El Hospital de los Venerables Sacerdotes es una de las edificaciones mejor conservadas en su totalidad de la arquitectura sevillana de la segunda mitad del siglo XVII. La construcción del edificio comenzó en 1676, bajo la dirección del arquitecto Juan Domínguez, concluyéndose en 1697, por Leonardo de Figueroa.
En la Calle Jamerdana, se alza la fachada del templo, pero la entrada al edificio se realiza por la Plaza de los Venerables, donde se entra a un bello apeadero que conduce directamente al patio central. A la derecha de este apeadero, se situaba la casa del administrador de la institución que ocupaba anteriormente el edificio, abarcando dos plantas, que ahora alberga los despachos de dirección y la Sala de Juntas.
La zona central del edificio la ocupa un bello patio con aires de claustro conventual y patio de casa sevillana, adosándose al lado norte la iglesia. Este patio principal es la pieza arquitectónica de mayor belleza e interés del Hospital y sus características actuales son idénticas a las del momento de su construcción. Su planta es cuadrada, con galería abierta en la parte inferior con arquerías que se asientan sobre columnas de mármol.
El segundo cuerpo de este patio está cerrado y se abre al exterior a través de balcones situados sobre el eje de los arcos inferiores. Entre los vanos se alzan pilastras de ladrillo sobre las columnas del cuerpo inferior.
La galería baja se encuentra a un nivel más alto que el centro del patio, donde se encuentra una fuente rodeada por una escalinata concéntrica de ladrillo y azulejos de peculiar estilo. Problemas de abastecimiento de aguas al Hospital motivaron esta solución muy original, debido a la altura a la que se situaba la construcción. La bella pila central fue diseñada por Bernardo Simón de Pineda y labrada por Francisco Rodríguez, la azulejería primitiva del patio fue realizada por el maestro Melchor Moreno.
En el costado oriental del patio se ubicaba la Enfermería baja, hoy Sala de Exposiciones. Esta estancia es un gran salón rectangular con arquería central y cubierta plana.
La planta alta, también Sala de Exposiciones, repite la disposición de la inferior y fue destinada para ser habitada en las estaciones frías del año. Quizá pueda significarse en ella la Enfermería alta, situada sobre la anterior, directamente comunicada con el coro de la iglesia y, en el ángulo sudeste, la torre mirador superior al refectorio alto, cubierta con armadura de estilo mudéjar.
La Iglesia del Hospital de los Venerables, enriquecida además con la construcción de un nuevo órgano, responde al tipo tradicional sevillano de la segunda mitad del siglo XVII. Es decir, templo de planta rectangular, de una sola nave, encajonada, cubierto con bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones, mientras que el crucero, levemente acusado en planta, se cubre con una media naranja, sin tambor, estando cubierta por un tejado a cuatro aguas con buhardillas.Toda la iglesia se encuentra pintada, desarrollando por Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés, un riquísimo programa iconográfico, seguramente auspiciado por Justino de Neve. No hemos de olvidar las diversas piezas de orfebrería que conserva la institución.
Así mismo, cabe resaltar las magníficas esculturas de San Pedro y San Fernando, obras de Pedro Roldán, situadas al pie de la nave debajo del coro, los retablos debidos a Juan de Oviedo, el púlpito con ricas maderas y mármoles policromados de Francisco de Barahona, las originales y bellísimas piezas de plata y coral exhibidas en urnas de las pilastras, las urnas relicarios de madera dorada que están en el presbiterio, los cuatro cobres de procedencia flamenca, las pinturas sobre mármol de la Inmaculada y de la Virgen con el Niño, etc. Muy importante es la Virgen de Belén en la parte central del altar mayor.
Otras dependencias, como el Refectorio y la Sala de Cabildos de invierno, piso superior, se han convertido en sede de la Biblioteca y del Gabinete de Estampas.
-Centro Velázquez-
El Centro de Investigación Diego Velázquez es un espacio que surge con motivo de la adquisición del lienzo de Santa Rufina en 2007, y responde a la necesidad de contar con un lugar para investigar, divulgar y reflexionar en torno a los antecedentes y consecuentes de la obra del pintor sevillano, cuya representación pictórica y legado en la ciudad eran hasta la fecha insuficientes.
El objetivo que se pretende alcanzar pasa por recrear el universo histórico y artístico en el que se movió Diego Velázquez (1599-1660) desde sus primeros años hasta el traslado a la corte en 1624, demostrando la revolución que supuso el artista en el devenir de la historia de la pintura sevillana. Con ello se contribuye a inculcar los valores patrimoniales de uno de los períodos de mayor efervescencia artística de Sevilla, una época en la que Andalucía fue referente para toda Europa.
Horario de visita.
De Lunes a Domingo:
-Mañanas de 10 a 14 horas.
-Tardes de 16 a 20 horas.
Precios.
Entrada general: 5,50 euros
Entrada reducida: 2,75 euros
Tienen entrada reducida: Mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes.
Tienen entrada gratuita: Menores de 12 años acompañados de un adulto.
Domingos por la tarde, acceso gratuito para todos los públicos.
Fuentes bibliográficas:
–focus.abengoa.es
–sevillapedia.wikanda.es
–leyendasdesevilla.blogspot.com
–iaph.es
–sevillainformacion.org
–barriosantacruz.com
–visitasevilla.es
-Apuntes para conocer Sevilla (Jaime Passolas).
-Sevilla. El casco antiguo. Historia, arte y urbanismo (Diego Cardoso Bueno).
-Iglesias de Sevilla (Manuel Jesús Roldán Salgueiro).