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La Real Academia Sevillana de Buenas Letras

La Real Academia Sevillana de Buenas Letras se fundó el 16 de abril de 1751, por iniciativa del sacerdote y catedrático de la Universidad Luís Germán y Ribón y otros hombres de estudio, grupo que por aquel entonces representaba el progresismo intelectual y el espíritu innovador de la Ilustración europea. La sesión fundacional tuvo lugar en el domicilio de Germán y Ribón, su primer Director, en la casa que éste habitaba en la Calle Abades nº47.

La Academia nació con el propósito de constituirse en un «centro de donde irradiase la luz del saber, en honra y provecho de las ciencias y de las letras patrias», y de «contribuir a ilustrar la historia de Sevilla y de la región andaluza». Un año más tarde, el 22 de abril de 1752, el Consejo de Castilla aprobó sus Estatutos, y el 18 de julio del mismo año el rey Fernando VI la situó bajo su «Real Protección», concediéndole el emblema, que representa un olivo cargado de frutos, con el lema Minervae Baeticae. Poco después, el 30 de octubre de 1753, la nueva Academia hacía su presentación oficial en los Reales Alcázares.

En sus comienzos, estuvo muy vinculada a la Real Academia de la Historia, de ahí la orientación marcadamente historicista de sus investigaciones, centradas, sobre todo, en el estudio del pasado sevillano y andaluz y en la historia eclesiástica. Más tarde, sin abandonar estos dominios, fue ocupándose también, de los temas filológicos y literarios. En cualquier caso, una nota muy distintiva ha sido siempre, y continúa siéndolo, la variedad científica de sus integrantes, entre los que han figurado, aparte de historiadores, escritores y filólogos, otros notables especialistas en el campo de las ciencias físico-naturales, la medicina, el derecho y el periodismo.

En el tránsito del siglo XVIII al XIX experimentó un decaimiento, que se aceleró al verse afectada su sede por un incendio, en 1807, y por la invasión francesa del año siguiente, una de cuyas consecuencias fue el asalto de la sede de la Academia, así como la dispersión de sus miembros, que no reanudarían sus sesiones hasta 1820, convocados, en esta ocasión, por uno de ellos, Manuel María del Mármol.

Con la iniciativa de sus fundadores y la solvencia que le otorgó la protección de la monarquía española, la Real Academia Sevillana de Buenas Letras inició una dilatada andadura que, a lo largo de más de dos siglos y medio, ha venido asegurando, con los inevitables altibajos, la continuidad cultural de Sevilla, y ha contribuido decisivamente al conocimiento de su historia y de su producción literaria, así como al estudio del patrimonio histórico y antropológico de Andalucía.

Ha cumplido, un papel angular en la formación de la conciencia cultural de Sevilla, y sigue siendo una referencia a la hora de articular una visión de la ciudad, asentada en el rigor histórico y en la seriedad investigadora. Por ello, la Academia ha recibido la Medalla de Sevilla, que le fue otorgada por el Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad en junio de 2001.

Entre los académicos numerarios de la primera hora se encuentran importantes figuras de la creación y la erudición literaria ilustrada, como Cándido María Trigueros, Alberto Lista, José Blanco White, Pablo Forner, Manuel María del Mármol…, y estudiosos de la arqueología, la arquitectura, las antigüedades y la historia de Andalucía, como José de Cevallos, Sebastián Antonio de Cortés, Tomás Antonio de Gúseme, Antonio Jacobo del Barco, Juan Antonio Lorente… Ya en los siglos XIX y XX, personalidades de la significación intelectual, artística o social de Justino Matute, José Amador de los Ríos, Domínguez Bécquer, Antonio Machado Núñez, Francisco Rodríguez Marín, Joaquín Guichot, José Gestoso, Luis Montoto, Benito Más y Prat, Manuel Cano y Cueto, Joaquín Hazañas y la Rúa, los bibliófilos Juan y Manuel Pérez de Guzmán, Javier Lasso de la Vega, Manuel Blasco Garzón, Manuel Jiménez Fernández, Joaquín Romero Murube, Rafael Laffón… y tantos otros. Nombres de una extensa relación que refleja lo más valioso de la tradición cultural de nuestra ciudad en los tres últimos siglos.

Fuentes bibliográficas:
sevillapedia.wikanda.es
academiasevillanadebuenasletras.org
-Historia de Sevilla (José María de Mena).
-La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo XVII (Francisco Aguilar Piñal).
-Historia resumida de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras (Enrique de la Vega Viguera).
-La Real Academia Sevillana de Buenas Letras (Manuel González Jiménez).

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