
La imagen es de talla completa, con gran elegancia y clasicismo, tiene los rasgos propios de la obra de Montañés. Uno de los detalles más característicos de la talla, es su posición en contrapposto.
El Niño Jesús está tallado en madera policromada al óleo, salvo las manos y antebrazos que fueron sustituidas en 1629 por unas realizadas en plomo por el pintor Pablo Legot debido a la transformación de Niño de la Pasión a Niño Eucarístico. La policromía original fue realizada por Gaspar de Raxis en 1607. La imagen fue concebida para vestir, contando con un rico ajuar, en el que se incluyen además varios juegos de potencias y un cáliz que porta la imagen en su mano izquierda.
Fuentes bibliográficas:
-El Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla (Emilio Gómez Piñol/María Isabel Gómez González).
-Iglesias de Sevilla (Manuel Jesús Roldán).