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¿Quién era Mateo Alemán?

Nacido en Sevilla en 1547, fue bautizado en la iglesia Colegial del Salvador, este mismo año. Sus padres eran Hernando Alemán, de origen converso, y Juana de Enero, hija de un comerciante florentino.

Se tienen noticias, de que empezó a estudiar Humanidades en el estudio de Juan de Mal Lara. Se graduó de Bachiller en Artes y Teología (1564), en la Universidad de Maese Rodrigo Fernández de Santaella. Después estudió Medicina en Salamanca y Alcalá de Henares, pero al morir su padre en 1567 abandona los estudios, puesto que no figura en los libros como licenciado.

En 1568 ya está en Sevilla, tanto él como su madre reciben un préstamo del capitán Alonso Hernández de Ayala, a condición de que Mateo se casase con Catalina de Espinosa, si no devolvía el dinero en el plazo establecido. Aunque Mateo Alemán intentó aplazar el compromiso, tuvo que casarse con Catalina, a riesgo de ser encarcelado. El matrimonio terminaría años después en separación.

Ejerció como recaudador del subsidio de Sevilla y su Arzobispado. En Madrid, le nombraron Contador de Resultas en la Contaduría Mayor de Cuentas. Desde 1573 residió en Sevilla, donde tenía diversos negocios. Le encarcelaron por deudas en 1580 y pasó en la cárcel de Sevilla dos años y medio, donde aprovechó para asimilar las costumbres de la vida criminal que luego aparecerán en su famosa novela «Vida del pícaro Guzmán de Alfarache».

En 1593, viajó a Almadén de la Plata como juez visitador para inspeccionar las famosas minas de mercurio arrendadas a unos banqueros alemanes. Se conserva la relación que escribió con ese motivo, para la cual tuvo que entrevistar a varios forzados condenados a trabajar allí y que debieron inspirarle algunos pasajes de su obra.

Una vez de vuelta a la corte empezó a elaborar traducciones de varias odas de Horacio. Redactando un prólogo para los «Proverbios Morales» de Alonso de Barros, impresos en Madrid en 1598. También escribió la primera parte del «Guzmán de Alfarache», terminada a fines de 1597 y editada en 1599. Esta obra (novela picaresca), que estableció el canon del género a imitación del «Lazarillo de Tormes», alcanzó un éxito formidable en España y Europa, siendo conocida por antonomasia como «El pícaro de Alemán».

En 1601, volvió a Sevilla lleno de deudas, por las que fue encarcelado en 1602, hasta que lo liberó su pariente Juan Bautista del Rosso. Este mismo año se publicó en Valencia una segunda parte apócrifa del «Guzmán de Alfarache», escrita por Mateo Luxán de Saavedra, pseudónimo del abogado valenciano Juan Martí. Ambas partes se publicarían en Milán en 1603 atribuidas a Mateo Alemán. Una tercera parte debida al portugués Machado de Silva aparecerá mucho después de la muerte de ambos hacia 1650.

Alemán, enfadado y espoleado por esa segunda parte, se propuso acabar definitivamente su segunda parte. En 1604, publicó en Sevilla, la primera edición de su «Vida de San Antonio de Padua» y en Lisboa, la auténtica segunda parte del Guzmán de Alfarache. También en ese mismo año. El éxito europeo de su obra fue formidable, se tradujo casi de inmediato al italiano en las prensas venecianas de Barezzi en 1606. En alemán se publicó en Munich en 1615. Chapelain tradujo las dos partes de la novela al francés y las publicó en París en 1620. Dos años después se imprimía en Londres la versión inglesa de James Mabbe que dice del pícaro Guzmán que era «semejante al navío, que anda dando bordes en la ribera, y nunca acaba de tomar puerto».

En 1608, consiguió permiso para viajar a México, donde llegó ya viejo y cansado, y entró a servir al Arzobispo Fray García Guerra. En 1609, publicó una «Ortografía castellana». En 1613, escribió «Sucesos de don Fray García Guerra, Arzobispo de México, a cuyo cargo estuvo el gobierno de Nueva España», en el cual figura una «Oración fúnebre» en memoria del prelado. No se tienen más datos de él y debió morir poco después de publicarse este libro.

Hecho destacado, es que siendo Hermano Mayor de la Hermandad del Silencio, compró la Capilla del Santo Crucifijo y una parte del huerto del Hospital y Real Casa de San Antonio Abad (antigua Calle de las Armas), donde construiría capilla propia.

Fuentes bibliográficas:

-Personajes sevillanos célebres en la historia (José María de Mena).

biografías.es

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