Manuel Ortega Juárez, nace en Sevilla en 1909 y muere en Madrid en 1973. Fue uno de los mejores cantaores flamencos de su época. Siendo el último representante de una gran dinastía gitana de mucho peso en el mundo del flamenco y de los toros.
Triunfó siendo un niño en el Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922, en el que participó como El Niño del Caracol. Ganó el primer premio ex aequo con el Tenazas de Morón. El Niño del Caracol tenía doce años, y pronto se convertiría en el célebre Manolo Caracol.
Debutó muy temprano pudiendo escuchar a los más grandes de la época: Torre, Chacón, Pastora Pavón (la Niña de los Peines) y Tomás Pavón. Trabajó en diversos espectáculos de variedades e hizo giras por varias ciudades. En 1935 se traslada a vivir a Madrid, y en la capital se ganó la vida como antes en Sevilla: actuando en juergas flamencas pagadas por señoritos y terratenientes.
El estallido de la Guerra Civil provocó el fin de este tipo de fiestas, y entonces Manolo Caracol trató de sobrevivir con el teatro. Hizo equipo con la Niña de los Peines y Pepe Pinto, y entre los tres diseñaron una idea que llevaron a la práctica tras la contienda civil y que tuvo un éxito instantáneo: la estampa escenificada, donde se mezclaban baile, cante y teatro junto con una orquestación completa o, si el presupuesto no daba para más, con piano solo.
En 1944 coincidió con Lola Flores en Sevilla, y fruto de ese encuentro surgieron una serie de planes comunes relacionados con sus ideas de estampas escenificadas. Caracol había hecho varias con éxito, sobre todo La Romería del Rocío, y le propuso a Lola Flores trabajar en ese ámbito. Debutaron en Valencia con Zambra en 1944 y obtuvieron un tremendo éxito. Recorrieron España hasta 1950, año en que se separaron. En ese tiempo, las estampas sirvieron de inspiración para realizar varias películas, como Embrujo, de 1946, o La niña de la venta, de 1951.
Fue un cantaor extraordinario, pero su cante no podía sobresalir en el teatro, a pesar de que tuvo gran éxito en este campo. Donde sobresalió y adquirió reconocimiento fue con la grabación del disco doble Una historia del cante flamenco (1958), en el que Caracol cantó acompañado a la guitarra por Melchor de Marchena. Los veinticuatro temas de este álbum, malagueñas, seguiriyas y saetas. Son un recorrido personal por la historia del cante.
Cantaor excepcional, supo dotar de un toque personal a todos los géneros que abordó, y despertó en el público odios y amores extremos, pero nunca indiferencia. Orgulloso en todo momento de ese carácter peculiar de su arte, hubo quien no supo perdonar su heterodoxia, ya que su talante innovador le llevó a cantar con acompañamiento de piano, o de orquesta, algo verdaderamente novedoso por aquel entonces en el ámbito del flamenco.
Fuentes bibliográficas:
-Personajes sevillanos célebres en la historia (José María de Mena).
–biografiasyvidas.com
–elartedevivirelflamenco.com
–sevillanosilustres.wikispaces.com
–sevillapedia.wikanda.es
–flamencopassion.com