
Para ello, utilizó como base las mezquitas ya existentes, que serían convertidas en iglesias, y que serían la base de las nuevas collaciones parroquiales. Dividiendo el centro histórico en cuatro partes, y utilizando los ejes norte-sur y este-oeste, podemos agrupar las parroquias de la siguiente manera:
Noreste: San Gil, Omnium Sanctorum, San Julián, Santa Lucía, San Román, San Marcos, Santa Marina, Santa Catalina, San Pedro, San Andrés, San Martín, y San Juan.
Sureste: Santa María la Mayor, San Salvador, San Isidoro, Santiago, San Esteban, San Nicolás, San Bartolomé, y San Ildefonso.
Noroeste: San Lorenzo, y San Vicente.
Suroeste: Santa María Magdalena, y San Miguel.
Fuente bibliográfica: robertopaneque.blogspot.com