Fue el Obispo San Pío el que manda construir un templo situado en las inmediaciones de la Puerta de Córdoba, el cual albergaría a la Virgen de la Hiniesta.
Hasta el año 423 permaneció en este emplazamiento. En este mismo año, y temiendo la invasión de Gunderico, la imagen es trasladada a otra iglesia que tomaría el nombre de San Julián.
Una vez producida la invasión, se pierde el rastro de la talla. Pero siete siglos más tarde, se vuelve a tener noticias de ella. Se cree entonces que fue sacada de Sevilla, y es un monte de tierras catalanas donde se produce el hallazgo.
El caballero Mosén Per de Tous, sale un día de caza y entre unas ramas de hiniesta, encuentra la imagen de la Virgen. Que posteriormente tomaría el nombre de este arbusto. Justo al lado de la imagen aparece una inscripción tremendamente reveladora: “SUM HISPALIS DE SACELLO AD PORTAM QUAE DUCIT AD CORDUVAM” (Soy de Sevilla, de una ermita que está junto a la Puerta de Córdoba).
Mosén Per de Tous trajo la imagen a San Julián en 1380, depositándola en la capilla que sería destinada para su enterramiento.
Fuentes bibliográficas:
–hermandaddelahiniesta.es
–sevillamisteriosyleyendas.com
–sevillapedia.wikanda.es
-Leyendas, tradiciones y curiosidades históricas de la Semana Santa de Sevilla (Vicente Rus Herrera/ Federico García de la Concha).