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La Cucaña de la Velá de Triana

La Cucaña es un juego que consiste en caminar o trepar por un poste horizontal o vertical que varía desde los 5 hasta los 15 metros aproximadamente. La superficie está embadurnada de alguna sustancia resbaladiza, y en el extremo del poste se coloca algún objeto o premio que hay que conseguir.

En cuanto al origen de este juego, tenemos que remontarnos tiempo atrás, donde encontramos palos verticales engrasados que servían de entrenamiento en sitios como la India. Muchos colocan su origen en los barrios populares de Nápoles, cuando la ciudad era capital del Virreinato del mismo nombre y este pertenecía a la Corona Española.

De Nápoles este juego llegó a España, siendo el protagonista de fiestas repartidas por nuestra geografía. Se instauró en lugares que tenían relación con el Reino de Nápoles en el siglo XVI. Por eso no es de extrañar que, perteneciendo Nápoles a la Corona Española, los territorios costeros del Reino de Aragón como Cataluña, Valencia o Mallorca. O los que mayor relación tuvieron con Sevilla y su puerto, como las ciudades del Cantábrico o Canarias, sean donde hoy encontramos mayor presencia.

La primera vez que se organiza una cucaña fue en Noviembre de 1852, con motivo del nacimiento de la tercera hija de los Duques de Montpensier, en el Palacio de San Telmo. Nueve meses después de la inauguración del Puente de Isabel II, y en medio de numerosos actos organizados para celebrar el nacimiento de María Cristina de Orleans y Borbón, la cucaña se celebra oficialmente por primera vez en un barco colocado en el Guadalquivir, frente al palacio de los duques.

Décadas después, la cucaña entra a formar parte del programa de actividades de la Velá de Santa Ana, concretamente en 1910. Fue adquiriendo cada vez mayor popularidad, especialmente entre los jóvenes, popularidad que se sigue manteniendo hasta nuestros días, donde se ha convertido en un clásico durante los días de fiesta. Salvo durante la Guerra Civil y los años posteriores, la cucaña ha estado presente en la Velá hasta hoy. El antiguo barco arenero que se utilizaba y que daba ese sabor añejo a la tradición de la cucaña, se hundió hace ya unos cuantos años, siendo el actual cedido por la empresa municipal de limpieza.

En el caso de la Cucaña de Triana, son banderas colocadas en el extremo del palo engrasado el objetivo a conseguir. Normalmente son 10 las banderas que se colocan diariamente en categorías diferentes y el premio es de carácter económico.

Fuente bibliográfica:

tuguiadesevilla.com

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