En la actual Plaza de la Alfalfa, estuvo en otro tiempo, el hospital dedicado a San Mateo. Este fue una iniciativa de San Fernando, quien donó a la Hermandad que regía el establecimiento hospitalario, una imagen de la Virgen de los Reyes junto con uno de los pendones que utilizó el Rey Santo a su entrada en Sevilla.
A finales del siglo XVI, el hospital se traslada al antiguo Convento de San Francisco (Plaza Nueva), hasta la exclaustración.
La entidad religiosa que dirigía el hospital, tenía el privilegio de guardar el cuerpo de Fernando III, los días en que se enseñaba al público. Dicho privilegio se fue perdiendo con el paso de los años, como consecuencia de la desidia de los Hermanos.
Una vez derribado el hospital, y para recordar su existencia, se puso en la Plaza de la Alfalfa una cruz de hierro. Esta llegó a tener tanta popularidad, que pasado un tiempo, se erigió una Hermandad dedicada al culto.
En 1838, se derriba parte de la plaza para darle amplitud, trasladándose la cruz de hierro junto a la cercana Iglesia de San Isidoro. Hoy día la podemos contemplar en unos jardines que están junto a dicho templo.
Fuente bibliográfica:
-Curiosidades sevillanas (Alfonso Álvarez-Benavides).