
El 5 de Noviembre de 1982, en el recinto del Real de la Feria de Abril, en el barrio de Los Remedios, el Papa Juan Pablo II, beatificó ante una grandísima multitud a María de los Ángeles Guerrero González, que se convirtió en Sor Ángela de la Cruz, siendo elevada desde aquel día a los altares.
Para la ceremonia, fue levantado el altar de plata de la Catedral de Sevilla, de Juan Laureano de Pina. Sobre el resplandor que remata el conjunto se descubrió un gran lienzo de Sor Ángela, obra de Antonio Joaquín Dubé de Luque.
Durante la celebración, el Pontífice, destacó de Madre Angelita la entrega a Dios y a los demás a través del servicio. El Papa enfatizó que la renuncia a los bienes terrenales y la ausencia de intereses personales habían caracterizado la actitud de servicio de Sor Ángela, describiéndola como «expropiada para utilidad pública».
Fuentes bibliográficas: