
La Catedral de Sevilla dispone de nueve puertas, y en ellas se muestra una diversidad iconográfica con elementos religiosos y representaciones. La protagonista de estas líneas es la Puerta de la Concepción que, junto a la de la Asunción y la del Príncipe, pertenecen al periodo Neogótico de la Catedral.
Esta puerta lleva el nombre por la Inmaculada que aparece representada en el tímpano. Junto a ella, San Miguel y San Juan Evangelista. La imagen de la Inmaculada Concepción está ampliamente representada en la Catedral de Sevilla. Tengamos presente que Sevilla fue la primera ciudad en el mundo que juró el Voto de Sangre Concepcionista a la Pura y Limpia de la Virgen María a principios del S.XVII, y que un jarrón de azucenas, también símbolo concepcionista, es el emblema del Cabildo de la Catedral.
Esta puerta situada en el frente norte del crucero se abre al Patio de los Naranjos. Esta obra quedó inconclusa en el proceso inicial de construcción del templo, permaneciendo así hasta 1887, año en que se completó con diseño del arquitecto Adolfo Fernández Casanova. Se construyó imitando el estilo gótico para armonizar con el resto del edificio. En la parte superior se representa el apostolado, en el centro la figura de Cristo Rey y en los costados las figuras de cuatro mujeres.
Los grandes apilastrados laterales son de principios del siglo XVI.
Popularmente se llamó colorada por la policromía que la revestía en su interior a modo de decoración pictórica.
Fuente bibliográfica: archisevilla.org
