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El monumento a Aníbal González

Aníbal González nace en Sevilla, el 10 de Junio de 1876.
Fue uno de los mayores exponentes de la arquitectura regionalista,
formándose en España, Italia, Francia y Gran Bretaña.
Hijo predilecto de la ciudad hispalense, llegó a ser el jefe de obras de la Exposición Iberoamericana de 1929.

La Avenida de Isabel la Católica, del Parque de María Luisa, tiene en su parte central una pequeña glorieta que lleva el nombre de este gran arquitecto. Aquí es donde encontramos el monumento a Aníbal González.

Sobre un gran pedestal que lleva su nombre, aparece la estatua en bronce que representa a Aníbal con un largo abrigo. En la mano izquierda lleva un sombrero, además dirige su mirada hacia la torre norte de la Plaza de España.

En el monumento, se encuentra un secreto que no todas las personas conocen. Para verlo, basta con observar lo que se encuentra debajo del abrigo, junto a las piernas de la estatua. Ahí veremos las marcas de tres manos pequeñas, como si de las de unos niños se trataran, marcadas en el metal.

En 2010, el Ayuntamiento de Sevilla convocó un concurso para elegir los artistas que realizaran la obra que conocemos. El resultado de este concurso confirmó que esta tarea recaería sobre dos escultores y un arquitecto conocidos en la ciudad: Manuel Nieto, Guillermo Plaza y Manuel Osuna, quienes de hecho tienen su nombre inmortalizado en una placa junto a la estatua.

El monumento fue finalmente inaugurado el 27 de mayo de 2011, y en su proceso de construcción, Nieto, Plaza y Osuna (los profesionales previamente mencionados) vivieron uno de los momentos más importantes de sus vidas a la vez. Teniendo cada uno un hijo en el año que les tomó desarrollar este proyecto. Para recordar este hecho, decidieron añadir este pequeño detalle a la estatua.

Fuentes bibliográficas:

patrimoniodesevilla.es

diariodesevilla.es

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