Superposición del sitio

El antiguo Convento de San Agustín

La fundación del Convento de San Agustín se remonta a 1249. No sería hasta 1292 cuando la orden se traslada a unas casas extramuros de la ciudad (El convento se encontraba situado muy cerca de la Puerta de Carmona y el acueducto que abastecía de agua a Sevilla, en el tramo que discurría junto a la actual Calle Luis Montoto. Por su situación se encontraba próximo a la Iglesia de San Benito, así como a la Parroquia de San Esteban y cercana a la de San Roque y San Bartolomé), donde permanecerá hasta su definitiva exclaustración en 1835, con motivo de la Desamortización de Mendizábal.

Las dependencias del convento fueron edificadas progresivamente desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII. El convento con su estado actual no sería levantado hasta los últimos años del siglo XVI, y comienzos del XVII, antes de 1612. Su destrucción comenzó en el siglo XIX y continuó a lo largo del siglo XX, derribándose la iglesia, uno de los claustros, la portada de ingreso al compás y otros elementos.

Desde la exclaustración, el convento ha sido utilizado para desempeñar numerosas funciones: Presidio Peninsular, Mercado de abastos, Cuartel de Intendencia y finalmente almacén de hierros hasta hace muy pocos años.

La arquitectura gótica del refectorio es una de las máximas realizaciones de este estilo en Sevilla, anteriores a la construcción de la Catedral.

El compás del convento fue diseñado por Hernán Ruiz II, y derribado en 1949. Se disponía en forma de arco triunfal y se remataba por una cruz.

El lugar donde se ubicaba el segundo claustro lo ocupa hoy el patio de un bloque de viviendas situadas junto a los restos del convento, y que fueron levantadas sobre terrenos pertenecientes a éste.

La fachada del edificio que da a la Calle Fray Alonso de Orozco, presenta elevados muros en los que se abren vanos de distinta forma y tamaño, fruto de intervenciones de distintas épocas, entre los que alternan vanos apuntados, cuadrados y alguno mudéjar.

El convento constaba de las dependencias habituales de estas edificaciones. En la planta baja se situaban entre otras el compás, la iglesia, el claustro principal. Un segundo claustro más pequeño situado al este del anterior y otros patios más pequeños, el refectorio y la Sala de Profundis. A la segunda planta se accedía por una escalera, y una vez allí, sobre el refectorio se ubicaba la biblioteca, y en el sector este del claustro principal, los dormitorios y las celdas individuales. De las dependencias antes mencionadas sólo se conservan hoy el refectorio y el claustro principal, incluida la escalera.

El refectorio es el elemento más destacable de los restos del antiguo convento. Se trata de un amplio salón de planta rectangular cubierto por bóvedas de nervaduras góticas de aristas, realizadas en cantería, divididas en siete tramos por arcos fajones que descansan en ménsulas suspendidas de gruesos pilastrones rectangulares achaflanados de escasa altura. Los arcos fajones y formeros se decoraban con puntas de diamante, los nervios que confluyen en la clave con motivos figurativos y las ménsulas con el escudo de la familia de los Ponce de León.

Este salón se comunicaba con el claustro por su lado sur mediante tres aberturas, de ellas, aún subsiste una pequeña ventana abierta en el ángulo sureste, de clara raigambre mudéjar, compuesta por un arco apuntado con cinco lóbulos, y un arco ojival, hoy cegado, que apea sobre pilares rectangulares y cuya línea de impostas se decora con hojas de acanto. En el lado Norte se abren una serie de ventanales ojivales que iluminan la sala. Al otro lado de este muro, donde hoy se encuentra la Plaza de San Agustín, se instalaban las cocinas y despensas. Los pilares, arcos y nervaduras de las bóvedas y recercado de los huecos son de piedra caliza y las paredes de tapial.

El claustro es de planta cuadrangular cerrada en todos sus frentes. El alzado de los lados norte y este presenta tres cuerpos y el de los lados sur y oeste, dos. La escalera se sitúa en el ángulo noreste.

El primer cuerpo presenta diez arcos en cada lado, aunque ha sido profundamente intervenido, por lo que encontramos muchos de ellos cegados, y en los lados sur y este se han abierto huecos mucho mayores para permitir el paso de vehículos, ligados a la función que el claustro tuvo como almacén. Una sencilla cornisa separa al primer cuerpo del segundo. Éste presenta arcos carpaneles que apean sobre columnas pareadas, que en los ángulos se sustituyen por pilastras, con entablamento tripartito. Las enjutas se decoran con medias bolas cerámicas de color azul y otras con motivos chinescos. El segundo cuerpo se separa del tercero mediante un friso almohadillado regular y una cornisa, sólo en los lados sur y oeste, que es donde hay una tercera planta, que se compone de pilares cuadrados sobre los que apoyan arcos carpaneles, de dimensiones mayores que los de la planta inferior, con clave resaltada y moldurón en torno a la rosca. Este cuerpo se remata con una cornisa sobre la que apoya el alero del tejado. La totalidad del conjunto se construye en ladrillo, excepto las columnas y el entablamento, que son de mármol.

En cuanto a la decoración, las galería bajas se recubrían mediante zócalos de azulejo hasta una altura considerable, que representaban un repertorio alegórico de ideas religiosas y en el centro del claustro se encontraba una fuente.

El claustro pequeño, inexistente hoy, era coetáneo con este y de esquema más sencillo, con arcos de medio punto que cabalgaban sobre columnas de mármol, repitiendo igual esquema en las dos plantas.

En cuanto a la escalera adosada al claustro principal, se situaba en una caja en la que se abrían ventanales en la parte alta de los muros, inmediatamente debajo de la cubierta, y que proporcionaban iluminación al conjunto. Lo más destacable de ella es el artesonado ochavado inscrito en un espacio cuadrangular que la cubre, y que debió ser construido en el periodo bajorrenacentista.

En cuanto a las ventanas, aparecen flanqueadas por pilastras lisas que terminan en un sencillo entablamento rematado en cornisa y que dan apoyo a arcos de medio punto. Los vanos son rectangulares, y en el espacio comprendido entre éstos y la clave del arco se dispone un tondo.
La portada del convento, realizada en piedra, se conserva desmontada en el suelo del claustro principal.

Nota: Las fotos de la galería que aparecen sin logo, están sacadas de las siguientes webs:

galeon.com

cofrades.sevilla.abc.es

Fuentes bibliográficas:

iaph.es

conocersevilla.org

elpasadodesevilla.blogspot.com.es

cofrades.sevilla.abc.es

adepasevilla.org

 

Deje su comentario

comments