Nos situamos a comienzos del siglo XIII, en torno a 1260. El Sultán de Egipto, Almalec Almodafer Almoezzi, sabía de la importancia económica que tenía la zona sur del Reino de Castilla. Por eso, decide enviar hacia Sevilla una representación para iniciar relaciones comerciales y políticas, así como para pedir la mano de Doña Berenguela, hija de Alfonso X “El Sabio”.
Esta representación del Sultán, llevaba varios regalos entre los que destacaban un cocodrilo, una cebra, una jirafa, y un colmillo de elefante.
Doña Berenguela rechazó las pretensiones que le llegaban desde Egipto, ya que ella era cristiana y no quería casarse con un moro.
Ante esta situación, el Rey Alfonso X “El Sabio”, desestimó el ofrecimiento por su hija. Posteriormente, despidió con cortesía y amabilidad a la comitiva egipcia, obsequiándoles con numerosos presentes para el Sultán.
Los animales que traía la representación procedente de Egipto, murieron al poco tiempo por tan brusco cambio de clima. Muerto el cocodrilo, se disecó y fue colgado en el Patio de los Naranjos al lado de la puerta que actualmente se encuentra junto a la Giralda en la Calle Placentines. Ésta paso a llamarse Puerta del Lagarto, como recuerdo del cocodrilo allí expuesto. En la actualidad, y como curiosidad, debemos decir que el cocodrilo que hay es de madera, ya que el disecado se fue deteriorando.
Cuando entre al Patio de los Naranjos por la Puerta del Lagarto, no olvide mirar al techo de la nave de acceso y allí encontrará al protagonista de esta leyenda.
Fuentes bibliográficas:
–sevillanisimo.es
–leyendasdesevilla.blogspot.com
–todaunaamalgama.blogspot.com
–ianuacaeli.blogspot.com
–sevillaciudaddeembrujo.blogspot.com
-Apuntes para conocer Sevilla (Jaime Passolas).