Para este año, la portada de la Feria de Abril se renueva con una propuesta sorprendente: por primera vez en años, se inspira en un edificio que no responde al estilo regionalista andaluz, sino que mira hacia un rincón muy especial de la Sevilla del 29: el Pabellón de Chile.
Por eso, Pablo Escudero Gisbert, arquitecto sevillano y gran amante de la Feria, ha aprovechado la ocasión para proponer algo diferente.
La portada tiene unas dimensiones imponentes: 50 metros de ancho y 40 metros de alto. Como elementos destacados, luce dos grandes torres laterales, que reinterpretan la emblemática torre de 50 metros del edificio original, y un arco central inspirado en una de las ventanas del pabellón y en su vestíbulo interior.
En cuanto a los colores, se apuesta por una combinación luminosa y elegante: coral y blanco como tonos principales, acompañados de detalles en verde, recordando la carpintería del pabellón chileno. Una elección cromática que promete hacerla brillar tanto de día como de noche.
Construido en 1929 para la Exposición Iberoamericana, el Pabellón de Chile fue obra del arquitecto Juan Martínez Gutiérrez. Ubicado junto al río Guadalquivir, muy cerca del Palacio de San Telmo y del Teatro Lope de Vega, este edificio destaca por su mezcla de formas inspiradas en las culturas precolombinas y las líneas modernas propias del art decó.
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